El proyecto de la Coordinación Nacional de Arqueología del INAH cuenta además con el acompañamiento financiero de la National Geographic Society y la Universidad Estatal de California, en Los Ángeles.
Uno de los más grandes descubrimientos en su tipo de los últimos 50 años ha sido dado a conocer por parte de especialistas del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), a través de su línea de estudio Chichén Itzá Subterráneo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Se trata de una cueva ubicada a 2.7 km al este de El Castillo de la zona arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán, con cientos de incenciarios tipo Tláloc, y más artefactos arqueológicos, indicativo de su uso ritual en tiempos prehispánicos y que a decir de los expertos, el lugar ha sido encontrado prácticamente sin saqueos y con todo en su interior.

De acuerdo con los investigadores, esta cueva ayudará a reescribir la historia de Chichén Itzá, ya que aportará cientos de artefactos arqueológicos, pertenecientes a siete ofrendas documentadas hasta ahora, que se encuentran en un extraordinario estado de preservación y que sin duda ayudarán a reconstruir un pasado milenario.
Para llegar a este lugar es sumamente complicado ya que se debe recorrer a gatas un laberinto del cual solo se han explorado 500 metros y descendido 24 metros, por lo que se calcula que se han explorado tres cuartas partes de ese espacio.

La línea de investigación Chichen Itzá Subterráneo del proyecto Gran Acuífero Maya, consiste en una gran expedición multidisciplinaria a las entrañas de Chichén Itzá, y tiene como propósito principal investigar esta antigua ciudad a través de su extensa y escasamente estudiada geografía subterránea.
Cabe mencionar que la cueva está siendo debidamente resguardada por el INAH, en colaboración con los ejidatarios de la zona.
